Un mal dormir ruidoso y ansioso. Los sueños se vienen uno trás otro, imágenes que no puedo descifrar ni asociar a un pasado y, espero que tampoco sean parte de un futuro. Con demasiadas interrogantes despierto y espero las horas de un término que deseo que se transforme en un inicio.
Los temores se apoderan de mí, mientras espero traspasar las puertas que nunca veo y se transforman en escaleras que me llevan a imágenes de sueños pasados. La distancia me parece la misma que la desde hace unos días. Las dudas de alguien más me calma, las preguntas a otros me guían. La puerta a unos pasos acrecienta mis nervios.
El abrazo y gritos de felicidad de quien va a mi lado era la imagen que tenía guardada para mí, ahora es de otra persona. Traspaso ese túnel de rostros ansiosos y desconocidos y sigo perdida, camino hacia otro extremo porque la salida que yo elegí no fue la de tu elección. No encuentro calma entre esos desconocidos hasta que entre tanta ansiedad te veo. No me puedo acercar, sólo te observo desde el lugar en que me inmovilice, te hablo con la mirada y por fin nos encontramos para perdernos por esa ciudad.